No puedo creer que en este mundo democrático, en el siglo XXI, todavía vivan (No gobiernen, vivan) dictadores asesinos como Gadafi.
Es bastante deleznable por parte de un jefe de Estado con su experiencia el no admitir su error, el mandar asesinar a sus desertores, y asesinar a los que no quieren acabar con la libertad de expresión del pueblo.
Sinceramente, soy afortunado al no haber vivido ni un minuto del Holocausto Nazi, pero según se dice y según sé esto se le parece bastante. Sólo faltan las esvásticas libias para convertir a Gadafi en el Adolf Hitler del siglo XXI, y lo que es (si cabe) aún más repugnante, con su pueblo.
Los que más me conocen (que son los que leéis este blog, todos o casi todos) sabéis mi postura ante la pena de muerte (completamente a favor), y noticias y situaciones como éstas hacen que lo reafirme, porque el que mata a millones de personas por días de poder, merece la más dolorosa muerte.
Siento si con ésto ofendo a alguien; cómo no, respeto todas y cada una de las posturas que apoyéis (en cualquier caso, no sólo en este tema).

En fin, señores, ESTO VA A ACABAR MAL.